sábado, 24 de septiembre de 2011

I.3 Ficción del déficit. I.3.1 El ciclo

Continuación del punto 3 del post: Verdades, mentiras y absurdidades (I)

La primera cosa que voy a decir es que no hay ningún inconveniente en aceptar el equilibrio presupuestario, es decir, en aceptar que es bueno que el déficit sea cero. Incluso se puede considerar que todavía mejor que un déficit cero es un presupuesto con superávit en lugar de deficitario. Y esto porque el déficit, el equilibrio y el superávit del presupuesto son entes que no existen en el mundo real, y si no se concreta más, no tienen ninguna significación económica. Son ficciones, figuraciones, que se pueden crear al gusto de cada cual. Lo único que se tiene que hacer para conseguir que sean una cosa u otra es manipular adecuadamente, es decir, según convenga, sus componentes. Porque aquí, en el tratamiento de los elementos que componen la ficción, elementos que sí que tienen existencia real, se encuentra el secreto.

Si se quiere hacer un trabajo serio, o sea, conseguir que el déficit, el equilibrio o el superávit del presupuesto tengan significado (sin olvidar que nunca perderán su naturaleza de ficciones), se tiene que entrar en aquello que es realmente importante: la selección y análisis de los elementos que intervienen en su composición. Elementos constituidos por todo aquello que por convenio se consideran ingresos, todo aquello que también por convenio se denominan gastos, y el periodo de tiempo durante el cual conviene que se enfrentan los ingresos y los gastos. Empezaré por este último, es decir, el ciclo o periodo de tiempo del enfrentamiento.

El periodo de tiempo durante el cual se acuerda enfrentar los ingresos y los gastos puede ser cualquiera: el día, la semana, el mes, el año, etc. Ahora bien: si lo que se quiere hacer es un estudio económico, se ha de tomar un periodo que tenga significado económico.

La economía se mueve por periodos de tiempos denominados ciclos económicos, que suelen tener una duración variable, entre diez y veinte años, a veces más, pero de los que no se sabe que nunca hayan coincidido con el año natural.

Los ciclos económicos, con sus características fases de expansión o apogeo y posterior crisis o depresión, han existido siempre, y los humanos, desde hace miles de años, han tratado de evitar sus efectos más perversos, como testimonia el Libro de los libros, es decir, la Biblia, en el siguiente resumen del pasaje del Génesis, capítulos 41 y siguientes:

El Faraón de Egipto soñó que salían del río siete vacas hermosas y lustrosas que pastaban en el prado y eran devoradas por otras siete, feas y delgadas, que salieron detrás de ellas; también, que siete espigas de trigo llenas de gruesos granos crecían en una sola caña, que después nacían otras siete, esmirriadas y abatidas por el viento, que devoraban a las siete primeras.

José, a petición del Faraón, interpretó el sueño: “quiere decir, que vendrán primero siete años de abundancia seguidos de otros siete de hambre, que será tanta, que se olvidará totalmente la abundancia de los años pasados”.

Por lo tanto”, recomendó José, “haga esto Faraón, y ponga gobernadores sobre el país, y quinte la tierra de Egipto en los siete años de abundancia. Y junten toda la provisión de estos buenos años que vienen, y recojan el trigo bajo la mano del Faraón para mantenimiento de las ciudades; y guárdenlo. Y esté aquella provisión en depósito para el país, para los siete años de hambre que habrá en la tierra de Egipto, y el país no perecerá de hambre.”

Las cosas se hicieron tan bien en Egipto, que no sólo tuvieron comida para los egipcios durante los años del hambre, sino también para vender. Y como el hambre llegó hasta la tierra de Canaan donde vivía la familia de José, y también la noticia de que en Egipto vendían comida, Jacob, el padre, envió a sus hijos, hermanos de José, a comprarla.

En las líneas anteriores se puede observar un antiguo tratamiento de las fases del ciclo, rudimentario si se quiere, pero tratamiento al fin y al cabo. Consiste, como era lógico esperar, en guardar durante los años de abundancia o auge para poder gastar o consumir durante los años de crisis.

Principales características de las fases del ciclo económico, resaltando en mayúscula y negrita los aspectos negativos de cada una de ellas:


AUGE o APOGEO:

- máxima actividad de los negocios

- plena ocupación

- subida de los precios = INFLACIÓN


CRISIS

- contracción de los negocios

- reducción del empleo = PARO

- bajada o mantenimiento de los precios


Desde el punto de vista económico, la actuación lógica de los organismos públicos debe consistir en adoptar una política anti cíclica, es decir, gastar menos de lo que se recauda en los tiempos de abundancia y más en los tiempos de escasez. Porque, si no lo hacen así, y basándose en el equilibrio presupuestario anual, gastan cada año de acuerdo con lo que ingresan, lo único que se consigue es agravar los problemas de INFLACIÓN y PARO en las respectivas fases.

En fin, por poner un ejemplo, es fácil imaginar lo que habría pasado en el antiguo Egipto si el Faraón, desoyendo las recomendaciones de José, hubiera adoptado una política de equilibrio presupuestario anual en los tiempos de las vacas gordas y flacas de la cita del Génesis de más arriba.

Conclusión: equilibrio presupuestario, de acuerdo. Pero a lo largo del ciclo económico, no año natural a año natural.

Valencià


sábado, 17 de septiembre de 2011

I.1 Origen de los puestos de trabajo

Continuación del punto 1 del post: “Verdades, mentiras y absurdidades (I)


Entre las actividades humanas, se pueden distinguir unas donde el fin son las mismas actividades y otras cuyo objetivo consiste en actuar sobre las cosas de la Naturaleza para aplicarlas a la satisfacción de las necesidades humanas.

Las primeras suelen recibir las calificaciones de “aficiones”, “actividades de ocio”, etc., mientras que las segundas se denominan de manera genérica “trabajo”. Conviene aclarar que no suele ser el tipo de actividad el que las diferencia, sino la actitud de la persona ante ellas. Tomemos el ejemplo de un pescador de caña: si pesca por el gusto de luchar contra el pez y una vez vencido y en su poder lo devuelve al agua, estamos en el primer caso: se trata de una genuina afición o actividad de ocio donde la finalidad se agota en ella misma. Si, por el contrario, guarda los pescados para la cena o para venderlos en el mercado, nos encontramos ante el segundo caso: lo que hace es un trabajo, porque el fin de la actividad, consistente en obtener un dinero o satisfacer la necesidad de alimentarse, se encuentra fuera de la propia actividad. Lo cual no impide, de ninguna manera, que el segundo pescador disfrute de la pesca tanto o más que el primero.

En las líneas que siguen, se entiende por “trabajo” la actividad de las personas que consiste en actuar sobre las cosas de la Naturaleza para aplicarlas a la satisfacción de las necesidades humanas.

Cómo que el objetivo del trabajo es satisfacer las necesidad humanas y estas son prácticamente infinitas(*), es evidente que no es trabajo precisamente lo que les puede faltar a las personas: siempre quedarán aspiraciones que no podrán ser atendidas, porque la limitada capacidad de hacer, es decir, de trabajar, no permite alcanzarlas.

Las necesidades humanas son infinitamente variadas. Si cada sujeto tratara de atenderlas, todas ellas, directamente con su trabajo, es decir, si cada individuo tratara de cultivar el trigo, molerlo, amasar la harina, cocer al horno el pan que se tiene que comer, e hiciera lo mismo con los zapatos que se tiene que poner, y con la ropa, etc., el resultado sería realmente desastroso: a duras penas alcanzaría a atender unas pocas de las necesidades más elementales.

En el desarrollado y complejo mundo económico actual, cada uno se dedica a trabajar en una cosa: el labrador cultiva el trigo, el molinero lo convierte en harina, el panadero amasa la harina y cuece el pan, y el resto de los ciudadanos la única cosa que tiene que hacer es ir al horno y llevárselo a casa a punto de comer. Y lo mismo ocurre con el resto de cosas: los zapatos, la ropa, los libros, la diversión, ya sea en forma de cine, teatro, baile, etc. Y se hace así porque el rendimiento es mucho mayor, si cada uno se dedica a una sola cosa, que si todos tratan de hacer todo.

¿Cómo se consigue, haciendo una sola cosa, atender unas necesidades que requieren productos y servicios infinitamente diferentes? Intercambiando, la única cosa que hacemos, por la multitud de productos y servicios que elaboran otros.

Utilizando un símil, se puede decir que todo el mundo aporta el resultado de su trabajo a una especie de gran almacén, donde le dan a cambio unos bonos (el dinero), que cambia por la infinita variedad resultado del trabajo del resto de los componentes del sistema económico. Y así se cierra el círculo.

Pero la complejidad del sistema económico no debe hacer que se pierda de vista la cuestión esencial: la única razón de ser de la actividad humana calificada de económica, el origen del “trabajo”, es atender las múltiples necesidades que todos los humanos tenemos, mediante la producción y el posterior consumo de bienes y servicios de todo tipo.

Dicho de otro modo: en las necesidades humanas se encuentra el origen del trabajo, y cuando se trabaja se accede a los medios que permiten satisfacer las mencionadas necesidades.


*) Maslow agrupa las diferentes necesidades que tiene que cubrir todo el mundo en la denominada “Pirámide de Maslow”, que se puede resumir en los tres escalones o niveles siguientes:

- Necesidades básicas (fisiológicas y de seguridad);

- Necesidades de emulación (adopción de los signos que identifican con los grupos a los que se pertenece como seres sociales);

- Necesidades del Yo (acceso a satisfacciones individuales, íntimas y personales.

Según Maslow, a medida que la persona consigue controlar las necesidades básicas, van apareciendo las necesidades de orden superior.

Ver “Pirámide de Maslow” en cualquier tratado o en INTERNET, por ejemplo: http://www.elblogsalmon.com/conceptos-de-economia/que-es-la-piramide-de-maslow.


Valencià

sábado, 10 de septiembre de 2011

Verdades, mentiras y absurdidades (III)

Sobre verdades, mentiras y absurdidades en el mundo de la economía, voy a decir unas cuántas cosas que prácticamente todos sabemos, sólo que, quizás, no nos hemos dado cuenta. O bien, que el gran ruido al que nos someten los medios de comunicación, impidiéndonos razonar, ha hecho que arrinconemos al lugar más alejado de nuestro entendimiento.


ABSURDIDADES

SIENDO EL DÉFICIT UNA FICCIÓN y EL PARO UNA REALIDAD,”

Proponer medidas que pretenden paliar el déficit sin tener en cuenta si las mencionadas medidas aumentan el paro.


TODOS TENEMOS QUE ESFORZARNOS PARA SALIR DE LA CRISIS

¿Cuál es el tipo de esfuerzo que se pide a los parados? ¿Conformarse en continuar cruzados de brazos? ¿Esforzarse consiste en no hacer nada?


PARA ESTE PROBLEMA NO HAY MÁS QUE UNA SOLUCIÓN...”

Definición de Economía: “Es la ciencia que estudia la aplicación óptima de los recursos escasos susceptibles de uso alternativo”.

Todos los problemas económicos tiene al menos dos soluciones opuestas, y además, toda la gama intermedia que va desde la una hasta la otra. En la difundida y afortunada parábola de Samuelson, premio Nobel de Economía de 1970, “un país, que sólo puede producir cañones o mantequilla, puede dedicarse exclusivamente a la producción de cañones, o también producir sólo mantequilla, u optar por una combinación de ambas cosas”.

No pertenecen al mundo de la Economía los recursos que no son escasos, los que sólo tienen una aplicación y los problemas para los que no hay más que una solución.


NO PONER EL PARO EN EL NÚCLEO CENTRAL DE LOS DEBATES Y PREOCUPACIONES”

- Cuando es el problema económico real más grave, con mucha diferencia.

- Cuando es la solución de muchos de los otros problemas económicos, porque:

- más ocupación = más PIB = más ingresos = menos déficit,

- mejora de las cuentas de la Sanidad y de las pensiones,

- más recursos para mejorar la Educación,

- etc.


Valencià


sábado, 3 de septiembre de 2011

Verdades, mentiras y absurdidades (II)

Sobre verdades, mentiras y absurdidades en el mundo de la economía, voy a decir unas cuántas cosas que prácticamente todos sabemos, sólo que, quizás, no nos hemos dado cuenta. O bien, que el gran ruido al que nos someten los medios de comunicación, impidiéndonos razonar, ha hecho que arrinconemos al lugar más alejado de nuestro entendimiento.


MENTIRAS

EL DÉFICIT SE RESUELVE DISMINUYENDO LOS GASTOS”

- Seria verdad si fuera posible disminuir los gastos sin afectar a los ingresos.

- Pero resulta que el déficit es la diferencia entre gastos e ingresos.

- Si se disminuyen los gastos, echando a la calle trabajadores de la Sanidad por ejemplo, los mencionados trabajadores dejan de participar en los ingresos por impuestos directos e indirectos. Y el efecto multiplicador (*) acude a reforzar la disminución de los ingresos.

- La consecuencia es que sigue habiendo el mismo déficit o que incluso aumenta (**), y lo único que se ha conseguido es deteriorar la Sanidad Pública.

- Si se continúa por la misma vía, donde se llega es a caer en una especie de espiral diabólica (***): déficit = despidos = más déficit = más despidos = más déficit....

*) Una definición del efecto multiplicador: “Conjunto de incrementos que se producen en la Renta Nacional de un sistema económico, a consecuencia de un incremento externo en el consumo, la inversión o el gasto público”.

**) “Por otra parte, la reducción del gasto público que se está exigiendo reducirá el crecimiento económico y con ello los ingresos al Estado, en una cantidad que es idéntica a la que tales recortes intentan conseguir, con lo cual, el estado federal no conseguirá ningún ingreso o ahorro neto con los recortes.

Vicente Navarro, catedrático de la Universitat Pompeu Fabra, articulo publicado en el periódico “Público” del jueves 11 de agosto de 2011 bajo el título “¿Por qué la crisis actual?”

***) “No solo hay un número ingente de estadounidenses en paro o subempleados, sino que por primera vez desde la Gran Depresión muchos trabajadores estadounidenses se enfrentan al panorama del paro de larga duración y quizá permanente. Entre otras cosas, el aumento del paro de larga duración reducirá la recaudación futura del gobierno, de modo que ni siquiera estamos actuando razonablemente en un sentido estrictamente fiscal”.

Paul Krugmann, premio Nobel de Economía de 2008, articulo publicado en el suplemento de Economia de “El País” del domingo 7 de agosto de 2011 bajo el título “Falsas preocupaciones”.


LAS EMPRESAS CREAN PUESTOS DE TRABAJO”

- El objetivo de las empresas es ganar dinero.

- Si una empresa puede ahorrarse unos euros sustituyendo diez o quince trabajadores por una máquina, no los contratará, y si ya los ha contratado, los echará a la calle. Trasladará la producción a Rumanía, o a China, o más lejos todavía, si puede conseguir una plantilla más barata. Sin importarle para nada lo que pueda pasar con los trabajadores que deja sin trabajo y sus respectivas familias.

- Podría poner muchos ejemplos, pero no es necesario; sencillamente, señalar que esta filosofía se encuentra en la misma esencia de la empresa capitalista, que cómo he dicho antes, se resume en una simple frase: ganar dinero, cuanto más, mejor.

- Hay maneras más amables de contemplar el papel de las empresas en la Economía (*), pero que, en lo que se refiere a los puestos de trabajo, no cambian las consecuencias para nada. Desgraciadamente.

*) “Las empresas no son instituciones benéficas. No es esa su función. La función de las empresas consiste en abastecer a la sociedad de bienes y servicios abundantes, baratos y de calidad. Como los factores de producción son limitados, las empresas tienen que abastecer a la sociedad de bienes y servicios abundantes, baratos y de calidad, con el mínimo coste, es decir, con el menor consumo posible de factores de producción. Dicho en otros términos: tienen que ser eficientes. Las empresas ineficientes son eliminadas por el sistema económico”.

http://economeries.blogspot.com/2008/11/rendibilitat-de-les-prctiques.html


PARA QUE SE CREEN PUESTOS DE TRABAJO TIENE QUE CRECER EL PIB”

- La verdad se encuentra precisamente en el lado contrario: uno de los principales orígenes del crecimiento del PIB es la creación de nuevos puestos de trabajo.

- El PIB es el producto total de los bienes y servicios de una economía. Aplicando la cláusula “ceteris paribus” y la lógica más elemental, si más son los que trabajan, mayor es la suma de los bienes y servicios que producen (*).

- No son los higos las que hacen las higueras. Son las higueras las que hacen higos.

*) Una definición de PIB (Producto Interno Bruto): “Es el valor monetario de los bienes y servicios finales producidos por una economía en un periodo determinado. Según uno de los métodos de cálculo, es la suma de los valores agregados de las diversas etapas de producción y en todos los sectores de la economía.”


EL PRINCIPAL PROBLEMA DE LA ECONOMIA ES EL DÉFICIT”

- Ni el déficit, ni la deuda, ni ningún otro que no sea el PARO (*).

*) “En estos momentos, la economía necesita desesperadamente un remedio a corto plazo. ...Cuando millones de trabajadores dispuestos y capaces están en paro, y se desperdicia el potencial económico al ritmo de casi un billón de dólares al año, uno quiere políticos que busquen una recuperación rápida en vez de gente que le sermonee sobre la necesidad de la sostenibilidad fiscal a largo plazo”.

Paul Krugmann, premio Nobel de Economía de 2008, articulo publicado en el suplemento de Economía de “El País” del domingo 14 de agosto de 2011, bajo el título “La crisis secuestrada”.

Valencià